Exposición NUVOLICADIRA

El concepto La acción temeraria del hombre sobre la Naturaleza es hoy más evidente que nunca en sus efectos catastróficos: sequías, inundaciones, fenómenos extremos, desertificación, alteraciones hidrogeológicas... todo ello se refleja en paisajes cada vez más alienantes y ajenos, creados por la acción humana, pero de los que el hombre parece de algún modo expulsado. El proyecto fotográfico «Nuvolicadira» juega con esta duplicidad de ausencia y presencia, mediante el uso de una silla. La silla es un objeto doméstico y familiar, un lugar para el descanso y la inmovilidad. Colocar una silla en el centro del paisaje nos recuerda que la Tierra es nuestro hogar, un hogar con el que debemos encontrar una relación de amor y equilibrio. La silla, sin embargo, está vieja y desgastada y, sobre todo, vacía. Se convierte así en una huella del paso del hombre, de su ausencia, un objeto capaz de poner de relieve la violación llevada a cabo sobre la Naturaleza, el vaciado de sentido. Esta silla, colocada en paisajes vacíos y humanizados, nos recuerda la anticipación de un posible colapso si no se adopta una respuesta urgente y colectiva; pero al mismo tiempo, frente a una naturaleza viva e inafectada por el hombre, la silla se convierte también en el recuerdo de un mañana que tal vez ya no exista para la humanidad, en la nostalgia de un futuro perdido, en el que los hombres no desempeñan ningún papel. El cómo De la colaboración con la Fondazione E35 (Italia) y gracias a su proyección internacional, el proyecto ha terminado siendo una muestra colectiva de imágenes de sillas en paisajes antropizados o amenazados que han llegado desde todos los rincones del planeta: Mozambique, Berlín, Melbourne o Murcia. Con el amparo de la entidad cultural Palazzo Magnani, Nuvolicadira fue seleccionada para el prestigioso festival Fotografia Europea de Reggio Emilia, inaugurándose en mayo de 2024 con una gran asistencia y reconocimiento. Tras esta experiencia, Nuvolicadira voló a Lorquí, el lugar donde nació.