El Lazarillo de Tormes-Compañía Rafael Álvarez EL BRUJO
Déjenme decirles algo: jamás abandonaré al Lazarillo. Cada vez que lo represento disfruto especialmente. Nunca he dejado de conectar con el público de una manera especial. La satisfacción del gozo no se puede fingir y yo gozo de veras con esta obra.Como desde el primer día, siento un enorme privilegio al poder entregar mi voz y mi cuerpo a esta joya de la literatura. Este ente del mundo imaginario podría cambiar el mundo real porque hace del hambre y la necesidad un arte, la recicla en sabiduría. Frente al dolor tenemos dos caminos: la queja o el arte. Y con ironía, parte del estado del necio, camina por el aprendizaje y alcanza la sabiduría. El Lazarillo trata de la marginación, el hambre y la vivencia dura de la infancia. Los paralelismos entre el mundo del infante que acompaña al ciego y la situación de tantos niños del tercer mundo que mueren de inanición son obvias. La historia se repite una y otra vez.